Esta es una de las etapas con mayor movimiento para el desarrollo del bebé. Por eso es muy importante ayudar al pequeño a adquirir control de su cuerpo y afianzar su sentido del equilibrio.
Un ejercicio sencillo y práctico para fomentar el equilibrio en el niño, es llevarlo a que suba y baje escaleras de pocos escalones, no muy altos y agarrarlo de una o ambas manos. Al principio lo hará gateando, pero poco a poco debes enseñarle a que lo haga parado.
Una vez superada esta etapa pídele al niño que se agarre de las barandas laterales y que inicie el ascenso. Para el momento del descenso dile “no debes saltar”, “un paso a la vez”, “agárrate de las barandas”, tu bebé lo entenderá y seguirá tus instrucciones.
Si ya superó este ejercicio, puedes colocar dos cintas de colores paralelas y pegarlas en el piso, y luego de eso solicita a tu niño que camine en medio de ellas sin salirse. Este ejercicio también fomenta el equilibrio en los niños.
Es muy importante que estos ejercicios estén bajo la supervisión de un adulto, por más que tu pequeño ya pueda subir y bajar escaleras, jamás lo deje solo.