Tristeza prolongada en el niño. Se muestra desanimado con frecuencia y cambia de humor repentinamente: reacciona agresivo ante situaciones inesperadas.
Su conducta es extraña. Si antes era un niño sociable, ahora le disgusta estar rodeado de personas. Se distrae con facilidad, medita demasiado y se asusta si razón aparente.
Desarrolla tics nerviosos o tiene dificultades para dormir. Las pesadillas son usuales e incluso si es un niño pequeño puede regresionar y orinarse en la cama.
Finge tener alguna enfermedad : Dice tener dolor de cabeza o estómago , fiebre u otro malestar. Su objetivo es dejar de asistir a la escuela.
Se le pierde el dinero o sus útiles con mucha frecuencia.
Tiene bajas calificaciones, habla poco de sus amigos de escuela y se queja de ser el centro de las burlas.