Conversa con los maestros del niño. Ellos deben saber cuáles son tus preocupaciones respecto a la situación de tu hijo, juntos pueden idear una manera de ayudarlo a hacer este trance menos difícil.
Charla con el niño sobre las causas de su repitencia. Es importante que también reconozcas tus fallas y le preguntes cómo manejar con éxito este nuevo periodo escolar.
Evita los castigos o los adjetivos ofensivos. Es mejor indicarle con serenidad cuáles son tus expectativas en cuanto a lo académico. Estudiar no será una alternativa esta vez.
Busca la ayuda de un psicólogo, si observas a tu niño muy agobiado por la situación.
Ante el resultado, muchos padres deciden cambiar de escuela al pequeño, es una decisión válida hasta cierto punto, pero no soluciona nada, lo mejor es enfrentar la consecuencia y aprender de los errores.