Las células productoras de melamina tardan en otorgar el verdadero color a los ojos del bebé, pero luego de los 6 meses, incluso antes o cerca del primer año; ya tendremos certeza de cual será su tonalidad.
Muchos ven en la mirada del bebé, los ojos del padre o de la madre, es increíble, pero la genética no se olvida de los abuelos del niño. Eso significa que el recién nacido podría tener los ojos azules, aún cuando sus padres los tuvieran marrones.
Aunque es menos frecuente, en algunos bebés continuan viéndose cambios en el color de sus ojos hasta después de los 24 meses. Hasta los 3 años, la cantidad de melamina acumulada en el iris es suficiente para cambiar su apariencia.