El cuerpo de las mujeres está preparado para tener hijos de uno en uno, aunque en ocasiones, se produce un embarazo de más de un embrión dando lugar a lo que se denomina embarazo múltiple o embarazo gemelar. Aproximadamente, uno de cada 100 embarazos es gemelar doble (la mamá tiene gemelos o mellizos). La proporción disminuye considerablemente si se trata de trillizos, y más aún en el caso de los cuatrillizos. En los últimos años, las cifras han cambiado debido a los tratamientos de fertilidad y reproducción asistida, por lo que es algo más común ver a mamás con hijos gemelos.
Los embarazos gemelares no tienen un origen claro y no pueden determinarse previamente. Entre las causas, hay un componente hereditario (que sólo se transmite por parte de madre), otro de edad (se ha demostrado que las mujeres mayores de 30 años tienen mayor probabilidad de embarazo múltiple) y otro debido a los tratamientos de estimulación de la ovulación o las técnicas de fertilización.
En cuanto a su formación, el embarazo gemelar puede originarse de dos formas: un óvulo fecundado por un espermatozoide se divide en dos o más células iguales (gemelos) o dos óvules diferentes son fecundados por dos espermatozoides (mellizos).