Cuando se espera la llegada de un bebé son muchos los preparativos que los padres han de hacer. Si ya tienen otro u otros hijos no pueden descuidar el preparar a los niños con suficiente tiempo para los cambios que van a surgir con la llegada del bebé.
Cualquiera que sea la edad del niño su mundo va a cambiar de una forma dramática en cuanto llegue el nuevo bebé, ya que tendrá que compartir con él el cariño de los padres. En general, cuanto menos tiempo se lleven los hermanos más difícil será el cambio. Si el intervalo entre los hermanos es de tres años o más, el hermano mayor ya es más autosuficiente y está acostumbrado a actividades fuera de casa. Puede jugar con otros amiguitos y sentirse bien sin la presencia de sus padres.
En cualquier caso a fin de proporcionar una transición armónica para esta nueva fase de la vida familiar los padres han de procurar:
- Hablar del nuevo hermano consiguiendo que los niños se vean envueltos en los preparativos y compartiendo con ellos la experiencia de la espera del bebé.
- Después del parto haga que los niños acudan a visitar al nuevo hermano o hermana. Durante la visita permita, si es posible, que tomen al niño en brazos.
- Durante las primeras semanas procure que los hermanos ayuden en el cuidado del bebé, ello contribuirá a estrechar los lazos entre ellos. Hay que dejarles hacer lo que puedan, con una vigilancia constante por parte de los adultos y lógicamente no se trata de convertir al mayor en un criador del bebé.
- Reserve tiempo para los hermanos mayores. A ellos les parecerá que los padres andan siempre ocupados con el bebé y quizás tengan celos o se enfaden con los padres y con el bebé. Pueden intentar atraer la atención de los padres haciendo payasadas, incluso retrocediendo a comportamientos de niños más pequeños. Los padres procurarán organizarse y proporcionar a cada niño atención especial, sin el bebé.
- Es conveniente que los padres sepan atender al bebé sin prodigarle excesiva atención. Del mismo modo deberían proceder los familiares y amigos más íntimos de la familia, que con frecuencia dejan de ocuparse de los otros niños para “solo tener ojos” para el recién nacido.
- Los padres deben emplear el tiempo que sea preciso para que los hijos entiendan que no han sido desplazados por su hermano, sino que ahora ellos ocupan un lugar más importante por ser más responsables al poder colaborar con los padres en el cuidado del bebé.
- Actuando de este modo los padres están previniendo el comportamiento celoso de los niños y les están enseñando a amar.