En los primeros controles del bebé, el médico realizara un examen de fondo del niño, es decir lo analizará y lo evaluará detalladamente para constatar presencia de anomalías y a la vez la evolución del crecimiento y el estado nutricional del niño.
La primera visita al pediatra y las que continúen mensualmente, pueden considerarse fundamentales porque en esta primera etapa de la vida, el organismo infantil experimenta un gran número de modificaciones adaptivas, a las cuales debemos estar alertas ya que cualquier alteración inadvertida puede repercutir de manera negativa en el desarrollo del bebé.
En esta primera visita, el pediatra procederá a una cuidadosa exploración física del bebé, entre otras cosas realizará:
- Una palpación del cuello para determinar el estado de los ganglios linfáticos.
- Un exámen de abdomen para evaluar los órganos de los aparatos digestivo y urinario.
- Se examinará y controlará el tono muscular del niño.
- Un examen de la boca y en especial de la garganta, aún cuando el bebé llore y se impaciente y ello exija habilidad y paciencia por parte del médico.
- Exploración de las fontanelas: Las fontanelas son las zonas del cráneo que al palpar la cabeza, se perciben blandas y pueden deprimirse y corresponden a las áreas donde aún no se ha formado el hueso.
El exámen de las fontanelas brinda a los pediatras información sobre diversas enfermedades, ya que pueden estar tensas o abombadas en caso de hidrocefalia o en el curso de una meningitis, mientras que pueden aparecer deprimidas si se establece un cuadro de deshidratación. Las fontanelas se van cerrando progresivamente y con una cronología definida, y es importante que el médico supervise esta evolución.
La determinación del peso corporal y de la talla así como el perímetro del cráneo son pasos básicos de cada visita.