Entienden mejor la realidad más allá de su propio entorno, aquello les permite adoptar una conciencia social.
Disminuye el egocentrismo, aparecen los principios morales y los valores, pero aún no tiene completo manejo de ellos sobre su propia vida.
Otorgan mayor valor a su imagen. Algunos se sienten contentos con su apariencia, otros en cambio, reniegan de ella. Los complejos son muy comunes entre los adolescentes, lo peligroso es cuando no son expresados abiertamente y se transforman en enfermedades como la anorexia o bulimia, sucede generalmente entre las mujeres jóvenes.
En el área familiar, muchos adolescentes a esta edad comprenden el sentido de los límites y eso les permite tener una mejor relación con sus padres. Sin embargo, a pesar de este gran avance, es recomendable mantener los ojos bien puestos sobre su grupo de amigos. Tu hijo aún es una persona muy influenciable.