Los niños necesitan aprender a organizarse y realizar sus labores escolares por si mismos, sin embargo en un inicio es mejor acompañarlos en sus tareas diarias, orientándolos hacia el aprendizaje.
Organiza la habitación más adecuada para que realice sus deberes, evita demasiada comodidad porque eso solo lo llamará al descanso. Un ambiente silencioso (en lo posible), iluminado y con los materiales indispensables.
Motívalo a comprender hacia donde se dirige la disciplina en los estudios, el objetivo es adquirir cada día más conocimientos, si se convierte en una carga tarde o temprano empezará a reaccionar negativamente.
Guía a tu niño, ayudándolo a razonar en cada una de sus interrogantes. Cuando formule una pregunta muéstrale alternativas para que dé con la respuesta. No te conviertas en una madre consentidora que ante el menor obstáculo satisface las demandas del niño. En ocasiones, ayudarles puede suponer un reto, porque sus deberes escolares cada vez se van complicando más, si tienes dudas, por ejemplo, de lengua castellana, existen muchas webs con ejemplos de lenguaje para hacerte este trabajo más sencillo.
Mientras tengas un hijo muy distraído conviene seguir muy de cerca sus actividades académicas, así poco a poco aprenderá a disciplinarse en los horarios y pronto no dependerá tan estrictamente de tu control. Como un detalle, procura manejar las reuniones familiares fuera de su horario de estudio, de lo contrario podrá impacientarse y dejar sus deberes debido a la celebración.