Los ojos es una de las partes más sensibles de tu bebé, será necesario que la protejas de las infecciones que puede causarle el medio ambiente.
El contacto con el medio ambiente puede provocar en tu bebé algunos problemas. La parte más sensible son sus ojos. Lávalos bien para evitar alguna infección, aunque es probable que en su crecimiento se contagie de la conjuntivitis.
Los pediatras recomiendan para combatir estas infecciones el uso de gotas especiales con antibióticos. El problema surge cuando no sabes cómo echarles sin fallar en las cantidades indicadas en sus ojos, por los movimientos bruscos que realiza en el acto.
Espera que tu bebé esté tranquilo y relajado. En las mañanas por ejemplo, después de un buen baño, cuando el sueño le empiece a dar, o incluso cuando ya está dormido. Cuando le apliques las gotas no muestres miedo, trata de aplicarle la primera gotita con certeza para que le trasmitas seguridad.
La mejor forma de ubicarlo es ponerlo en posición de recibir la teta. Una vez sujeto, le echas las gotas en el rabito del ojo, cerca a las orejas, para que al llorar las lagrimas barran la dosis hacia el ojo, sin perderse por las mejillas de tu bebé.