La bronquitis obstructiva es la obstrucción de las vías aéreas. Es frecuente en niños, especialmente menores de dos años. La causa más común es la inflamación producida en los bronquios por una infección viral. El virus sincicial es el agente más conocido.
Cuando estos cuadros se repiten en forma frecuente y severa, pueden ser signo de otra enfermedad como el asma, cuerpos extraños en las vías aéreas, fibrosis quística, reflujo gastroesofágico y secuelas de bronconeumonías, entre otros. Por ello, en esta situación, es importante la evaluación del especialista.
Esta enfermedad se expresa en la dificultad para respirar, principalmente al botar el aire. El paso de éste por los bronquios produce un sonido muy particular, como una especie de silbido, lo que suele facilitar el diagnóstico.
La bronquitis obstructiva ocasionada por el virus respiratorio sincicial dura alrededor de diez días, y la máxima severidad se alcanza alrededor del quinto. Requiere a veces consultar en el Servicio de Urgencia o la hospitalización.
Mientras más pequeño es el niño, más fácilmente se obstruye, porque su vía aérea es más estrecha. También son más frecuentes complicaciones como la neumonía o insuficiencia respiratoria.
La bronquitis obstructiva se diferencia de la bronquitis común en que en esta última no hay tanta dificultad para respirar, y aunque presenta tos y ruido al pecho, no hay silbido.
Virus sincicial
El temido virus respiratorio sincicial, que es uno de los causantes de la bronquitis obstructiva, ataca con mayor fuerza entre junio y agosto, y se trasmite en las aglomeraciones o en lugares en los que hay mucha gente. Su contagio es directo por la vía aérea, por las gotitas expulsadas por la tos o estornudos, y por juguetes o utensilios contaminados con el virus, que el niño toma y se lleva a la boca. En algunos casos las mamás también lo trasmiten a sus hijos, cuando están en contacto con un niño enfermo y luego toman a otro sin haberse lavado las manos.