Si tienes un niño muy tranquilo en casa, aprende a educarlo sin caer en la sobreprotección, ellos tienen ciertas características que los hacen especiales, pero necesitan ser educados en amor y disciplina, como otros pequeños de su misma edad.
Los niños “muy buenos” son por lo general sensibles e intuitivos, fácilmente hacen amigos gracias a su capacidad de empatía pero tienen problemas para expresar sus emociones. Desde muy pequeño enséñale a mostrar sus sentimientos con ayuda de algunas preguntas: ¿Estás contento? ¿Te gustó tu obsequio? ¿Quieres irte a casa?. Es lo más saludable y aconsejable para que en un futuro logren exteriorisar sin miedos como se sienten.
Su obediencia es parte de su personalidad. Presta atención a este detalle, porque aún cuando parezca lo ideal, muchos niños obedecen solo por el temor a ser rechazados por sus padres. Esa “aparente madurez” solo es una pantalla para esconder su inseguridad. No lo coloques en un pedestal y cuando muestren un mal comportamiento es mejor que lo corrijas con serenidad, dejándole claro que no estás enojada con él.
Será una tarea de todos los días, muchas veces saldrá lastimado de situaciones y en muchas otras no sabrá como reaccionar ante la conducta de las personas, por ello la importancia de que lo orientes en esta primera etapa de su crecimiento. Tu apoyo es muy importante.