Si quieres que tu niño no sufra de otitis, evita fumar cuando estés a su lado, evita que use el chupón de una manera desenfrenada y ten un cuidado especial, en el caso, de que practique natación.
Asimismo, si asiste a una guardería inadecuada, que no tenga controles de cuidado e higiene, y en algunos casos, la lactancia artificial, también puede provocar una inflamación en el oído.
Por eso, para prevenir alguna de estas situaciones es necesario que tu niño utilice gorro o tapones a la hora de nadar. En el caso de que sea muy pequeño, es preferible que no use bastones ni algodón, sino lo más recomendable es que laves el oído del bebé durante el baño, inclinando la cabeza del pequeño para permitir que el agua entre en el oído y suavice el cerumen. Eso evitará la acumulación de cera y el taponamiento del oído, sin tener que aplastar o empujar la cera para el interior del oído.
Además, si tu niño presenta otitis con frecuencia, lo más aconsejable es considerar la época del año en que esto ocurre, para aplicar las medidas de prevención más correctas.