En esta cuarta y última parte veremos que otros aspectos son importantes en la educación de un niño con discapacidad motora. Los padres necesitan recibir información profesional para saber como tratarlos de acuerdo a sus necesidades.
Las actividades realizadas en la escuela pueden reforzarse en el hogar:
Proponle hacer dibujos libres y darles color. Luego anímalo a pintar figuras contorneadas.
Muéstrale una hoja en blanco e indícale que deslice la crayola trazando rayas en distintas direcciones (vertical, horizontal y a su libre elección).
Los niños con discapacidades también crecen en autonomía:
Ayuda a tu niño a ser más independiente, dale opciones en vez de tomar tú una decisión. Por ejemplo: ¿Prefieres vestir de azul o de rojo?, ¿Hoy jugamos en casa o en el parque?
Menciónale que sus decisiones siempre tendrán una consecuencia, ya sea positiva o negativa, el pequeño aprenderá de esas experiencias. Por ejemplo: Si estropió su juguete favorito en un arranque de enojo, entenderá quien es el responsable, y no podrá reclamar por ello.
El apoyo de todos los miembros de la familia:
Los hermanos u otros familiares cercanos al niño deben tratarlo con naturalidad, ser una ayuda sin llegar a restarle independencia. A veces el niño estará en condiciones de realizar una actividad, en un mayor tiempo y esfuerzo ; lo cual será necesario para que a pesar de las dificultades puede finalizar lo comenzado.