Alrededor de los 6 meses, el bebé deja de alimentarse exclusivamente de leche y has de ir introduciendo nuevos alimentos en su dieta. Para que acostumbrarse a las nuevas texturas y sabores no sea un problema ni para ti ni para él, aquí te proponemos algunos consejos.
- No le obligues a comer. El bebé come cuando tiene hambre, pero si está saciado, se negará a probar bocado y darle de comer se convertirá en un problema. La regla básica es que no lo fuerces, pero consulta al pediatra si crees que come muy poco y que esto podría afectar a su salud y crecimiento.
- La fruta, mejor dulce. Un truco para que la papilla no le resulte demasiado ácida es preparar una compota de manzana y pera. Antes de triturarla, cuece la fruta. También puedes conseguir papillas más dulces añadiendo zanahoria cocida al triturar la fruta. Evita poner azúcar o galletas para endulzar las papillas.
- Las cantidades deben ser pequeñas. Es mejor servir poca cantidad para no agobiarle y que se vaya acostumbrando, y dejarle repetir si le gusta.
- Déjale usar las manos y los cubiertos. Los alimentos se pueden oler, saborear, tocar y coger. Si le animas a adquirir autonomía, comerá con gusto los alimentos que él mismo es capaz de llevarse a la boca.