Si bien los niños suelen lograr el control de esfínteres entre los 2 y 3 años, existe la posibilidad de que algunos niños vuelvan a tener problemas en edades posteriores, ya sea por una dificultad física o psicológica. Es importante pensar en las posibles causas de esta conducta y consultar a un especialista.
De todas formas, a continuación podrás encontrar algunas sugerencias a considerar, pues sin duda esta es una situación difícil para ti y para tu niño.
Ideas prácticas para los niños y niñas con dificultades para controlar esfínteres durante la noche:
- La hidratación y el consumo de agua durante el día es muy importante, sin embargo, es importante tener ciertas consideraciones con los niños y niñas que recién están en proceso de controlar sus esfínteres. Se debe aprovechar el día para beber harto líquido, pero es importante disminuir el consumo durante la tarde y las horas previas a acostarse a dormir.
- Hacer pipí justa antes de dormirse. Esto parece bastante evidente, sin embargo es posible olvidarlo o no reparar en que el niño se acuesta pero no necesariamente se duerme inmediatamente. En este caso, es importante volver a llevarlo al baño si ha pasado un rato considerable.
- Es importante facilitarles el acceso al baño. Una pequeña luz encendida o una linterna a la mano en la pieza pueden ser importantes ayudas para que el niño se levante más fácilmente al baño cuando sienta la necesidad.
- El pijama o la camisa de dormir también pueden adecuarse para ayudar al niño para facilitarles ir al baño. Puede resultar muy frustrante para el niño llegar al baño pero no alcanzar a desabrochar su pijama y subir la tasa del baño.
- Si el niño ya ha controlado esfínteres antes, es posible que se sienta infantilizado si se le propone el uso de una bacinica, pero es importante explicarle que puede ser un secreto. El niño puede esconder la bacinica debajo de su cama, «sólo para casos de emergencia» y al día siguiente vaciarla él mimo en la tasa del baño (si tiene la edad como para hacerlo) o pedir ayuda al adulto de confianza.
- Para apoyar al niño y evitarle momentos que le generen mayor incomodidad y vergüenza, una idea que agradecen, es la de echar ellos mismos sus ropas sucias en la lavadora o canasta de ropa durante la mañana.
- Una noche agradable puede pasar por pequeños y simples gestos: un vaso de agua al alcance de su mano por ejemplo. Esto es una señal de apoyo y confianza para el niño.