Los gemelos pueden tener un cierto retraso en la adquisición del lenguaje y de las habilidades motoras durante el primer año de vida, aunque si se estimulan de forma adecuada, esta diferencia desaparece entre los cuatro y los seis años de edad.
Esto ocurre porque los gemelos pasan menos tiempo relacionándose con sus padres, es decir, se les estimula menos. En algunos estudios se ha comprobado que en general se les habla menos que a los niños nacidos de partos únicos, por una mera cuestión de tiempo. Es importante por tanto pasar tiempo a solas con cada uno de los gemelos, tanto cada progenitor por separado, como ambos a la vez, e intentar no dejarles mucho tiempo solos «entreteniéndose» mutuamente.
Otra peculiaridad dentro del terreno del lenguaje es el llamado «lenguaje de gemelos«, que consiste en que los niños inventan palabras, expresiones o gestos que sólo ellos entienden. En pequeñas cantidades no es importante y es sólo un signo de complicidad de una relación estrecha entre ambos, pero cuando ocurre de forma excesiva, puede excluir a otros hermanos y miembros de la familia y resultar un problema serio. Es importante no hacer comparaciones ni alentar la competición entre ellos en este sentido y elogiar los avances de cada uno por separado. Por ello, hay que tener en cuenta determinadas consideraciones a la hora de educar gemelos.