El pulso mide la frecuencia cardíaca, es decir, el número de contracciones del corazón o de pulsaciones por unidad de tiempo. Pero la frecuencia cardiaca no es igual de una persona a otra, ni tampoco es la misma en bebés que en adultos. Descubre dónde se toma el pulso a un recién nacido, a continuación.
Las mejores zonas para tomarle el pulso a un bebé
Una de mejores maneras que los padres tienen de controlar los problemas de salud de sus hijos, es aprendiendo nociones básicas de primeros auxilios, entre las que se incluye la resucitación cardiopulmonar infantil (RCP). En este sentido, lo primero que hay que hacer ante un accidente doméstico o cualquier otra sospecha de que el bebé tiene un problema de salud grave, es medirle la frecuencia cardiaca a través del pulso.
El pulso en los bebés recién nacidos se puede tomar en varias partes del cuerpo. Y es conveniente saber la forma correcta de tomarlo para que, ante cualquier emergencia, los padres puedan estar preparados para actuar.
En primer lugar, el pulso del bebé se puede tomar en el brazo. Para ello, tan sólo hay que mantener el brazo del bebé con la mano hacia arriba, y tocar la muñeca usando los dedos índice y corazón, hasta encontrar el pulso del pequeño.
Otra forma de tomar el pulso a un bebé es en el cuello. Para ello, se debe presionar usando los dedos índice y corazón, y colocándolos a un lado del cuello, justo debajo de la mandíbula. Además, mientras se le toma el pulso a un bebé, se recomienda utilizar un reloj con segundero para contar cuántos latidos se perciben en un minuto de tiempo. Hay que recordar que el ritmo cardiaco normal en un bebé recién nacido se sitúa entre los 70 y los 190 latidos por minuto, cuando éste está en reposo.
