Chocolate, golosinas, galletas, helados… Seguro que tu hijo también es aficionado a los dulces. Es imposible suprimirlos por completo, pero ten cuidado y no abuses de estos alimentos que podrían ser perjudiciales para la salud de tu pequeño.
Es muy frecuente que a los niños les encanten las golosinas, el chocolate, la bollería industrial, los helados, o prácticamente todos los alimentos con sabor dulce. Por lo general, no hay ningún problema en que el niño tome de vez en cuando alguno de estos alimentos, pero debes ser cuidadosa y no dejar que abuse demasiado del azúcar.
Cuando son pequeños, uno de los principales problemas de que los niños coman demasiados dulces es que estos alimentos pueden ocasionarles caries. Además, pueden provocar desarreglos glandulares y propiciar problemas de sobrepeso u obesidad. Del mismo modo, habría que evitar el exceso de dulces por las consecuencias que podrían tener sobre los niveles de colesterol.
Los dulces elevan el nivel de azúcar en la sangre hasta lograr un grado de glicemia que puede considerarse normal, con lo que se anula la sensación de apetito. Si un niño consume bizcochos, chocolates, galletas y todo tipo de dulces, lo más normal es que después no tenga hambre y no coma lo suficiente, con lo que no recibirá los nutrientes que su cuerpo necesita, como proteínas, minerales y vitaminas.