Aunque la lactancia materna está recomendada como forma de alimentación del bebé exclusiva hasta que el niño tiene seis meses como mínimo y complementaria hasta que éste tiene un año o más, lo cierto es que pocos niños se benefician de la lactancia hasta esa edad. El destete, a veces, se produce porque el bebé comienza a mostrar desinterés por seguir tomando el pecho.
Puede ocurrir que a lo largo de su primer año de vida, el bebé comience a mostrar desinterés por la lactancia y ya no quiera tomar el pecho. No es que se produzca el destete definitivo, si no que tiene lugar lo que se denomina «huelgas de lactancia». Es normal que esta situación se dé en el bebé de cinco meses, de siete meses o de nueve meses, y en el periodo comprendido entre todas estas edades.
El bebé se encuentra en una edad en la que siente interés por todo lo que hay a su alrededor y se distrae fácilmente del pecho. Los motivos pueden variados: cambios en la alimentación de la madre, regreso de la menstruación, cambios en el perfume de la madre, aparición de los dientes… Si la mamá tampoco desea continuar con la lactancia, éste es el momento perfecto para llevar a cabo el destete. Con todo, no es muy común que el niño se destete voluntariamente antes de que tenga un año.