El nacimiento de un niño implica muchos cambios en la vida de una pareja. En algunos casos se cree conveniente compartir el colecho con el niño, pero la idea no siempre es aceptada con entusiasmo por el padre.
La decisión pasa por el cuidado que se le debe dar al recién nacido. La lactancia es una de las razones principales para compartir el colecho; sin embargo si no se toman las medidas necesarias suele afectar la intimidad sexual de la pareja, lo cual se convierte en un gran problema para el padre del recién nacido.
Es recomendable llegar a un acuerdo para mantener el espacio en la relación de pareja. Las cunas adosables son una buena alternativa para afrontar esta etapa, se colocan en el extremo de la cama y se vuelven muy útiles durante la noche, cuando la madre necesita amamantar al bebé.
Cuando el pequeño es aun un bebé puede concebirse que duerma con sus padres, pero si al cumplir los 3 años continúa compartiendo en el colecho con ellos puede desarrollar inseguridades, y sentirse protegido solo mientras los tenga a su lado.