A los 10 meses, el sueño del bebé ya debería tener un patrón definido dividido en unas 10 horas de sueño nocturno y una o dos siestas durante el día de 2 o 3 horas. No hay motivo para preocuparse si tu bebé no cumple con esto, no es algo matemático.
Además, muchos bebés pasan por una época de ansiedad hacia los 10 meses, por lo que también es lógico que no cumplan ese patrón debido a esta etapa de llantos contínuos. Hay que tener mucha paciencia puesto que el bebé de 10 meses está atravesando un período de transición entre la dependencia total de su mamá y su papá y la autonomía que le permite su desarrollo, por lo que todavía no se siente seguro del todo.
Si es el caso de tu bebé, aquí tienes una serie de consejos para ayudarle a conciliar el sueño:
- Dejar la puerta de su habitación abierta para que escuche las voces de los papás mientras coge el sueño.
- Cantarle una nana, susurrarle bajito o mecerlo (eso sí, en la cuna, puesto que los bebés de 10 meses ya pesan mucho como para sostenerles durante mucho tiempo).
- Darle un peluche o una mantita suave con la que se sienta agusto.