El embarazo a una edad prematura interfiere en la vida escolar de los adolescentes. No solo las mujeres deben dejar sus estudios debido a las normas de la escuela, también los varones se ven en la necesidad de abandonar el colegio y empezar a trabajar.
Y a los problemas económicos se suman también los emocionales. Un adolescente no tiene la madurez necesaria para lidiar con el cambio de 360º que se le avecina. Además la futura madre y el bebé tienen el riesgo de sufrir las siguientes complicaciones:
En la adolescente:
Anemia, preclampsia, dificultades en el parto.
En el bebé:
Alta tasa de mortalidad, bebés con retraso mental, ceguera o epilepsia.
A pesar de lo complicado que es tener un hijo, algunas adolescentes logran salir adelante con ayuda de sus padres y retoman sus estudios en los siguientes años. Es una etapa tenaz para la mayoría de ellas, el aborto suele es una posibilidad, pero tener a su bebé o darlo en adopción siempre serán las mejores alternativas.