¿Qué podría ser lo mejor? Los especialistas consideran que entre los 3 y 5 años, los niños tienen dificultad para entender que deben respetar las pertenencias de otros pequeños, simplemente les gusta algo y lo toman. Antes de castigarlos, es preferible explicarles por que es incorrecto robar.
Desde los 6 años en adelante nuestros hijos han llegado a comprender el concepto de robar y no debemos desestimar su comportamiento. La corrección puede ser acompañada de un castigo, pero no olvidemos legar hasta el fondo del asunto: entender qué lleva a nuestro niño a reincidir en su conducta.
Una de las causas puede ser la relación con su familia. El menor expresa su enojo o frustración hacia sus padres. El objeto robado reemplaza el afecto negado de sus progenitores y a través de esa especie de trofeo parecen encontrar lo que de otra manera les sería indiferente: la atención de sus padres.