Nunca deben probar con la boca los materiales del experimento.
Es recomendable el uso de lentes de plástico o guantes especiales, especialmente si se exponen al calor.
Un experimento sencillo requiere de igual forma de tu supervisión. Observa a tu hijo y asístelo en caso requiera ser ayudado.
Evita que los niños pequeños estén expuestos a componentes nocivos, lo mejor es elegir un invento con elementos inofensivos.
Finalmente, te sugerimos instruir a tus hijos sobre los riesgos a los que se expone si realiza el experimento con ligeresa. Siempre es mejor prevenir antes que lamentar.