Durante la lactancia, en algunos casos tendrás que optar por extraer la leche materna utilizando tus propias manos o un instrumento especial para ello que recibe el nombre de sacaleches. Esto sobre todo ocurrirá si tu trabajo u otros motivos te impiden estar junto a tu bebé todo lo que quisieras, o si éste presenta un reflejo de succión demasiado débil.
En el caso de que recurras a tus propias manos para extraer la leche de tus pechos, debes tener en cuenta algunos consejos:
- Calienta los pechos antes de sacarte leche.
- Hazte un suave masaje en los senos.
- Estimula durante unos minutos el reflejo de bajada de la leche, frotando, acariciando, doblando o estirando suavemente el pezón, teniendo cuidado de tener las manos bien limpias.
- Pon tus dedos a unos tres centímetros del pezón, con el pulgar por encima y el índice por debajo.
- Aprieta juntando los dedos, acercándolos hacia el pezón.
- Cuando empiece a salir leche, sigue apretando en el mismo sitio, hasta que ya no salga nada.
- Cuando deje de salir leche, mueve los dedos alrededor de la areola, hasta que notes el seno vacío por todas partes.
Si notas que te cuesta sacarte la leche, cambia de pecho con frecuencia. Inclínate con los pechos colgando y masajéalos. Mientras te sacas leche de un pecho, procura estimular el otro pezón, y en la medida de lo posible, prueba a sacarte leche de los dos pechos a la vez.