La familia es el primer contacto del niño con el exterior y donde primero empieza su educación, por tanto, deberemos esforzarnos por mostrarles nuestros mejores sentimientos.
- Es importante expresar de la misma forma sus sentimientos con los hijos varones y con las hijas.
- Aunque resulte una tarea difícil por la oferta tan específica de juguetes que existe, según el sexo del niño, es fundamental dotar a los hijos de juegos que no representen estereotipo alguno, que al mismo tiempo coinciderán, probablemente, con los más didácticos.
- Evitar, especialmente cuando el niño empieza a mezclarse con otros de sus edad, vestirlo siempre con prendas del mismo color, con el fin de prevenir en la mente del pequeño una asociación entre cada uno de los géneros y un color en concreto.
- Es cierto que existen diferencias biológicas y en las capacidades cognitivas y conductuales entre los niños y niñas, pero los padres no deben tolerar, por ejemplo, más conductas agresivas y violentas en los chicos que en las chicas.
- Es bueno que el niño observe un reparto de tareas en la casa entre los dos miembros de la pareja. Conviene que sus padres desarrollen en el hogar todas las funciones, indistintamente, para que su hijo no asocie ninguna de ellas a un género en concreto.