Niñas y niños necesitan en general muy similares cuidados, aunque en lo que se diferencian por género, seguro necesitan cuidado distinto. Son métodos totalmente lógicos, que sólo recordaremos para afianzar tus costumbres. Los genitales infantiles deben estar en continua observación y tratados con mucha delicadeza, recuerda que no están expuestos pero pueden presentar alguna infección por falta de higiene.
La higiene de los genitales (zona perineal) es muy importante tomarla en cuenta, y hacerlo de forma delicada, porque suele ser la zona más propensa a infecciones, por no seguir una correcta norma de higiene, cada sexo, tiene su especial trato, pero en general, se debe hacer una observación constante, y no porque el niño crea sentirse preparado para hacerlo solo, se debe dejar, manejando la confianza, dile que tú limpias primero, y al final el ayuda, hasta que precise la técnica, las toallas húmedas son un buen aliado, pero siempre hay que secar después, y lavar las manos al finalizar.
HIGIENE EN LAS DEPOSICIONES
Hay que habituarse a defecar diariamente y conviene que se realice a una hora fija, de lo contrario se produce con mayor facilidad el estreñimiento. Este se evita con una alimentación rica en verduras, frutas (excepto manzana y plátano) y otros productos ricos en fibra tales como pan, cereales integrales y agua abundante
Después de hacer defecar hay que limpiarse bien, utilizando papel higiénico suficiente, de forma que no queden restos (el último trozo de papel usado deberá quedar limpio). Las niñas deben limpiarse hacia atrás para no arrastrar restos de heces a la vagina. Inmediatamente después hay que lavarse las manos con agua y jabón, esta medida es especialmente importante, puesto que con ella se evitan ciertas enfermedades infecciosas que se transmiten por vía oral-fecal a través de las manos.
Después de utilizar el water hay que tirar de la cadena y comprobar que haya quedado limpio.
LOS GENITALES
Los genitales, al estar tan próximos a los orificios de salida de la orina y las heces. son una parte del cuerpo que requieren especial atención. Tanto la vulva como el pene tienen una serie de pliegues que hay que separar para lavarlos correctamente, ya que estos facilitan la acumulación de restos de orina y secreciones diversas.
Lavar a una niña: De ninguna forma existe la necesidad de abrir los labios de la vulva de la niña para limpiarle el interior. Limítese a lavarle y a secarle la zona cubierta por el pañal (o braguita), desde delante hacia atrás. De este modo evitará manchar la vulva y reducirá el riesgo de extender las bacterias de los intestinos hacia la vejiga o la vagina.
Las niñas deben lavarse de delante hacia atrás; para no arrastrar restos de heces a la vagina. La regla no contraindica la limpieza, por el contrario, exige una mayor frecuencia.
Lavar a un niño: Jamás intente retirar la piel del prepucio de un niño para limpiarlo ya que podría causarle daño. Lave toda la zona cubierta por el pañal (o calzoncillos) y séquela con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza.
Y para los dos casos:
- Se deben cambiar las prendas intimas todos los días, después del baño, o en caso de que se manche con restos de caca.
- El lavarse luego de hacer caca asegura más la higiene completa, pero sujeto a ello se deben secar bien la zona, para evitar posibles hongos.
- Los desodorantes íntimos deben desecharse, pues pueden alterar la mucosa vaginal y exponerla a infecciones.