La sabiduría mostrada por nuestras abuelas para criar a nuestros padres y educarlos con verdadero tesón, parece ser parte del pasado. Con frecuencia, las familias de hoy en día tardan en descubrir cual es el problema que acompaña a sus hijos. ¿A qué se debe?
El obstáculo principal muchas veces es el trabajo o el ritmo acelerado presente en la vida de mujeres y hombres desde su juventud. Existe poco tiempo para la reflexión por eso el matrimonio y la posterior educación de un hijo suele ser un cambio radical en vida de estas parejas
Por ejemplo, un niño no es agresivo solo porque se le ocurrió ser así, a menudo su actitud responde a una carencia afectiva, que los padres solo traducen en rebeldía o agresividad, otro caso podría estar en los “pequeños manipuladores”, así llamados por los adultos, pero ¿cómo explicar esa conducta en una niña menor de 2 años?
Antes de entrar en conflictos o sentirte frustrada con esta conducta deberías hacerte algunas preguntas ¿Cuánto tiempo le dedicoa mi hija? ¿Tengo paciencia cuando la haga dormir? ¿Procuro jugar con ella? Quizá las respuestas a estas interrogantes ayuden un poco a comprender la situación y a darle una solución.