Al igual que la conjuntivitis, la irritación causa enrojecimiento en los ojos de tu bebé. No es una enfermedad, aunque si no se le trata a tiempo puede causar daños mayores. Los ojos irritados normalmente se curan después de un cuidadoso lavado.
Recuerde que su está empezando a conocer el mundo, si por causa de un descuido en el aseo diario con el champú o con el cloro del agua, no te alarmes. Empezará a llorar y tienes que ser serena para salvar la situación.
Trate de eliminar los irritantes echándole agua tibia por 5 minutos. Hazlo suavemente y hablandole para que crea que podrás ayudarlo.
Si persiste el llanto, y sus ojitos se inyectan de sangre, será mejor que utilices unas gotas llamadas «lágrimas artificiales» de larga duración que le ayudará a calmar la irritación de tu bebé.
Luego de socorrerlo, llevalo al médico para un chequeo y evitar complicaciones.