El huevo constituye un alimento básico en toda dieta. De fácil digestión, su principal característica nutritiva es el alto contenido en proteínas. En la dieta del niño, hay que introducirlo poco a poco a partir del noveno mes.
Ten en cuenta que el huevo nunca debe introducirse crudo en la alimentación del bebé. Cuando el bebé tenga 9 meses, empieza a darle este alimento, primero sólo la yema cocida y en pocas cantidades. Por ejemplo, dale primero un cuarto y a la semana siguiente, media. Puedes mezclarla con el puré.
Hacia los 12 meses el bebé ya puede empezar a tomar el huevo entero, con clara y todo, en una cantidad no mayor a dos o tres unidades a la semana. La yema es buena fuente grasas, ácidos grasos esenciales, vitamina A, D y hierro. La clara aporta principalmente proteínas.