El karate es una de las artes marciales milenarias, en la que el objetivo fundamental es la autodefensa. Sin embargo, el karate ha ido evolucionando hasta convertirse en un deporte organizado y reglado. Como parte de esta evolución surge el karate infantil.
Las artes marciales nacen, aproximadamente, hace tres mil año como necesidad de los monjes budistas y taoistas para defenderse de las agresiones y robos de los que eran víctimas, cuando debían trasladarse de un lugar a otro.
El karate es un deporte donde la competencia se resuelve en la lucha uno contra uno, con determinadas reglas de contacto. Los padres no deben asustarse, ya que el karate bien enseñado hará que el niño prácticamente no entre en contacto directo con el adversario, sino que se limitará a marcar golpes sobre distintos puntos del cuerpo, casi sin tocarlo.
La práctica del karate puede desarrollarse perfectamente entre los 4 y los 14 años de edad, pasando después a la etapa adulta. El entrenamiento de este deporte proporciona diversos beneficios a la conducta del niño, tanto en ámbito motor como en el cognitivo y el socio afectivo.