Suelen ser niños entrometidos, dominantes en los juegos, pero también agresivos con nuestros hijos. ¿Cómo tratar este comportamiento infantil de una manera objetiva y sin que nadie salga lastimado?
Cuando el pequeño de 6 ó 7 años parece resistirse a un cambio de actitud sería conveniente hacérselo ver a nuestro niño evitando ser demasiado explícitos. Es más fácil si diferencia la relación cordial con uno de sus compañeros y la compara con el comportamiento agresivo observado en este otro amigo de juegos
La idea no es prohibirle una amistad, de hecho sería desacertado hacerlo. Mas bien hazle preguntas como: ¿Si estuvieras en casa de la abuela escribirías en las paredes? o ¿tomarías los juguetes de tus primos sin permiso?, el niño pronto notará que el descontento no es contra su amigo, sino contra su conducta, también le ayudará a no imitar dicho comportamiento
Pronto tu hijo elegirá mejor a sus amistades y tal vez continúe frecuentando a este amigo dominante pero siempre estará abierto a nuevos amigos. Muéstrale con tu ejemplo como se cultiva una amistad, pues si lo conduces a la reflexión por un lado, pero luego peleas con alguna de tus conocidas seguramente echarás por la borda todo lo construido.