A medida que el niño va creciendo resulta más fácil para los papás establecer normas y límites: el niño empieza a razonar. La disciplina sigue siendo imporante, ya que le ayuda a crecer y madurar.
¿Aparecen las primeras rebeliones? Los niños empiezan a experimentar su autonomía y quieren afirmarse, rebelándose a las reglas de los padres.
Mamá y papá deberán ejercitarse en la técnica de la negociación.Si el niño, por ejemplo, quiere a toda costa una galleta de chocolate, se le puede dar pero siempre que tome el resto de comidas diarias.
¿Y si se pelea con otros niños? En la infancia, la agresión física es una forma de conocerse, de establecer un contacto y de «experimentar» las reacciones de los demás.
El adulto debe ser un punto de referencia importante: debe hacer entender al niño que las agresiones son ineficaces y darle una alternativa, tal vez dirigiendo la atención de los niños que se están peleando sobre otros juegos.