Durante sus primeros años los niños buscan revivir en cada experiencia la paz obtenida en el vientre materno. Evocan el balanceo en el útero de su madre y los movimientos de cabeza les proporcionan mucha tranquilidad.
Quizá tengas un bebé de 1 añito que se impulsa sobre las almohadas o en el sofá de tu casa y esa actitud te causa preocupación. En realidad, algunos recién nacidos adoptan esta actitud desde los 3 meses pero se consideran normales solo hasta los 2 años.
Es normal que estas manías aparezcan juntas. A continuación unas recomendaciones:
- Protege los costados de su cuna con un edredón u otro material acolchonado, y si deseas ayudarlo en su necesidad de sentir ese vaivén tan relajante mécelo en tus brazos, sentada sobre una silla mecedora o siéntalo sobre un columpio.
- Ayúdalo a controlar sus emociones con actividades deportivas como correr o saltar.
- Mantente cerca cuando debas hacerlo dormir, la música relajante junto a los masajes lo ayudarán a disminuir su ansiedad.
Igual como las manías producen ansiedad o miedos en los niños, el balanceo puede expresar ira o enojo reprimido. Si lo percibes en tu hijo, enséñale a descargar su energía sobre un cojín pues no es anormal que en algún momento le suceda. En caso persista en su comportamiento pasados los 3 años consúltalo con un especialista.