Realizar un ejercicio físico o un deporte adecuado ayuda a que un niño asmático esté en forma, mantenga un peso saludable, fortalezca sus músculos respiratorios, y a que sus pulmones funcionen mejor.
por eso es muy importante saber el grado de asma que padece tu niño y su respuesta con el ejercicio, para que puedas actuar, si fuera necesario, con medidas profilácticas o para que no limites indebidamente las actividades físicas de tu pequeño. El especialista debe medir la capacidad respiratoria del niño.
Debes tener en cuenta que deportes puede realizar tu niño, ya que los disciplinas, como la natación, la gimnasia e incluso el Karate, son menos probable que produzcan asma; a diferencia del fútbol, el baloncesto, maratón e incluso la carrera libre que es el deporte más asmogénico.
Asimismo, tienes que tener en cuenta las condiciones climáticas para realizar un ejercicio. Pues en algunos casos, los pacientes con asma, al realizar un ejercicio han presentado una crisis, pero no por la actividad que realizan sino por las condiciones ambientales o de los alérgenos que los rodean (polen, hongos, etc.)
Recuerda que el deporte constituye un aspecto importante en la educación global de los niños y favorece la adaptabilidad, independencia y comunicación del asmático con la sociedad.