Por alguna razón tu niño cree que lo merece todo, quizá lo has consentido demasiado o está creciendo solo, sin una figura de autoridad. Reconoce algunos signos en su conducta e intenta ser una ayuda para él.
Tu pequeño se muestra egoísta, nunca pide por favor ni ofrece las gracias cuando complacen sus deseos. Tampoco reconoce los talentos o aciertos de sus amigos o hermanos.
No le gusta jugar con otros niños, ni compartir sus juguetes. Prefiere distraerse solo; o buscar que los demás se sumen a sus exigencias, son manipuladores y no es extraño verlos malhumorados.
Si tu niño se reafirma en su conducta y el problema se centra en las pocas o muchas atenciones que recibe en casa, cambia tu actitud; Y ofrécele tu cariño manteniendo los límites.