Las reglas deben existir, pero no siempre conviene decirlas sin explicarlar las razones. Si los niños entienden que hacerlas es positivo para ellos y los demás, entonces se evitarán los conflictos.
Recurre a cuentos o juegos infantiles, en los que le muestres cual es la mejor manera de responder cuando algo les molesta. Un ejemplo: Si alguien le quita su juguete, antes de golpear al niño, podría decirle: Ese juguete no es tuyo, regrésamelo por favor, hacerlo con firmeza marcará la diferencia.
Ponerse en el lugar del otro ayuda mucho (empatía). Nuevamente apela a la reflexión ¿Si alguien te golpeara como tú lo hiciste, te agradaría? ¿Te sentirías bien?. En este punto, las historias ficticias son un buen recurso para complementar su entendimiento del tema.
Luego de entender que está mal su conducta, viene el arrepentimiento, y luego pedir perdón a la persona o personas ofendidas. Aunque es doloroso reconocer una falta, es necesario enseñar a los pequeños que decir lo siento demuestra valor y humildad. En la práctica, él mismo notará cuán enriquecedor puede volverse para sus relaciones.