Pequeños soñadores, idealistas y constantes en el logro de sus metas. Así podrían considerarse a los niños que desde muy temprana edad adquieren cierta “Independencia emocional” y luchan hasta el final sin temor al fracaso.
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Tienen claridad en sus objetivos, aunque desconozcan el camino por recorrer
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Muestran interés por distintos temas, exploran e investigan hasta resolver sus dudas
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Conocen las caídas y sus errores forman parte del aprendizaje, los hace más responsables, además de tolerantes
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Desarrollan una personalidad equilibrada, donde los extremos entre la pasividad y la agresividad se pierden. Tienen facilidad para expresar con seguridad sus ideas o convicciones.
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La ecuanimidad es vista en niños seguros e independientes, son niños que ayudan a solucionar conflictos en casa o entre sus compañeros de aula.