Mantener la alegría en medio de los problemas es todo un reto para muchas familias. Sin embargo en algunos hogares la confianza en el futuro es un don que se trasmite de padres a hijos de manera espontánea.
El ambiente en casa juega un papel importante en la percepción que el niño tendrá sobre su vida. Los chicos optimistas son criados en familias compresivas y amorosas; mientras los inseguros o pesimitas crecen en ambientes conflictivos, donde continuamente se sienten amenazados
Los padres necesitan estar muy atentos a las preguntas de sus hijos, es bueno enseñarses a ver el lado feliz de la vida, pero existe una realidad que no podremos esconderles, es mejor guiarlos en la búsqueda de soluciones ; y no convertirlos en niños fantasiosos, carentes de sentido común.
Busquemos esta cualidad en nuestros niños, sus vidas serán menos complicadas y tendrán la oportunidad de inyectar esa buena vibra a quienes se encuentren a su alrededor; en la escuela, la universidad, en casa; o cualquier entorno social.