Muchas veces escuchamos la frase «mi amigo xxxx no tiene papá», lo decimos de adultos y también es mencionado por los niñosc on mucha naturalidad. ¿Pero en verdad es así?
Todos tenemos papá, más allá de que haya muerto o no lo conozcamos, cada uno de nosotros fue concebido a través de nuestros padres. Y esta idea debe quedarle muy clara a nuestros hijos.
En casos de padres viajeros. La madre debe comentar con el niño en donde está su padre y siempre hablar en plural cuando le dé una indicación. Cuando el papá regrese debe reforzar el vínculo paterno, a través del juego si es muy pequeño, y también de la comunicación, especialmente con los más grandes.
En casos de padres divorciados. El niño debe sentir sus opiniones e indicaciones como si aún viviera en casa. Ante una discrepancia con tu ex pareja, mantén tu opinión incial (nunca te contradigas), y coméntale cuál es el acuerdo entre ambos.
En casos de padres desconocidos. Es bueno decirles que su padre estuvo antes de su nacimiento, y que luego decidió ausentarse porque no podía cuidar de él. Las circunstancias son diferentes para cada persona, busca las palabras más sencillas cuando decidas explicarle lo sucedido.
En casos de padres fallecidos. Si el padre murió cuando el niño era bebé, mantén vivo su recuerdo con vivencias o pensamientos mencionados por su progenitor. Una forma de hacerlo es comentarle cómo reaccionó cuando le diste la noticia del embarazo, o su emoción durante los 9 meses de gestación.