Si optas por alimentar a tu hijo con leche de fórmula, tienes que tener en cuenta algunos consejos e instrucciones de preparación para que la cantidad, la temperatura y otras cuestiones sean las adecuadas para el bebé.
En primer lugar, cuando prepares el biberón has de ser cuidadosa con la cantidad de leche en polvo que echas. Si añades demasiada, la mezcla será muy fuerte para el estómago de tu bebé; en cambio, si no echas suficiente, la leche estará aguada y no será todo lo nutritiva que tendría que ser.
Puede resultar cómodo preparar de una vez la leche para todo el día, pero si prefieres hacerlo de este modo, has de saber que la leche no puede conservarse durante más de 24 horas, así que guárdala sólo durante un día y en la nevera, pues a temperatura ambiente tardar menos en volverse rancia.
Para los bebés más pequeños, es mejor que la leche tenga más o menos la temperatura del cuerpo. Calienta el biberón al baño maría, metiéndolo en un recipiente con agua caliente, y comprueba la temperatura de la leche dejando caer algunas gotas en la zona interior de tu muñeca o antebrazo. Si calientas el biberón en microondas, ten cuidado con que la temperatura sea uniforme; asegúrate de ello agitando el biberón para mezclar la leche.
Es aconsejable que la leche brote del biberón a una velocidad de dos o tres gotitas por segundo, para lo que tendrás que acertar con el tamaño del agujerito de la tetina.
Aquí te ofrecemos los pasos detallados para preparar el biberón de tu bebé.