Escoge la escuela del niño de acuerdo a su personalidad.
Busca la comunicación contanste con el niño. Si el pequeño confía en ti, podrás conocer sus temores a tiempo para aconsejarlo.
Ensénale a decir ‘No’, a pesar de la presión externa de sus amigos e incluso de sus propios maestros.
Muéstrale con tu ejemplo que no hay nada de malo en pedir ayuda. Nadie es autosuficiente.
Detecta cuáles son las actividades más estresantes para tu hijo, quizás alguna de ellas puedan ser retirada de sus horarios.
Motiva al pequeño a disfrutar de su tiempo libre. Luego de estudiar y de realizar las labores en casa, tienen derecho a dedicarse a jugar o a medir sus habilidades en algún deporte de su interés, ejercitarse lo hará sentirse más relajado.
Recuerda que el descanso diario y una alimentación balanceada lo ayudarán a estar de mejor ánimo y con más energía.