Si estás en duda y no sabes si tu bebé debe o no practicar natación, aquí te damos algunas razones por las que tu bebé no puede ser ajeno a este deporte.
Si tu bebé practica natación tendrá la posibilidad de moverse tridimensionalmente; y mejorar su equilibrio y balance, lo cual le permitirá una mejor orientación en el espacio, así como mejorar su postura y fortalecer sus músculos.
Además, le permitirá un desarrollo cardiorrespiratorio fortaleciendo su corazón y sus pulmones, y verás el aumento de la resistencia y capacidad pulmonar en tu pequeño.
Por otro lado, tu bebé aprenderá autonomía en el agua, lo cual aumentará su confianza y seguridad en sí mismo. Será un individuo seguro e independiente.
Tu bebé podrá relacionarse con el resto de bebés del grupo. Aprenderá a ser más extrovertido y mejorará sus relaciones sociales adquiriendo confianza para comunicarse con los demás.
Si decides que tu bebé practique natación busca un lugar adecuado, con las mejores condiciones, para que juntos puedan pasar un momento agradable en esta nueva experiencia. Conoce también la técnica de la matronatación, en la que el bebé y la mamá nadan juntos.