Tienes que realizarle una adecuada limpieza en los ojos (lavar con frecuencia) para evitar posibles infecciones; si le quedan los párpados pegaditos, nunca lo intentes abrir en seco.
Lo primero que debes hacer es lavarte bien las manos. Utiliza un algodón o una gasa estéril que hayas empapado con suero fisiológico o en agua que hayas hervido previamente; y humedece los párpados (desde el extremo interior hasta el borde exterior) para reblandecer las legañas.
Utiliza un algodón o gasa diferente para cada ojo, para que las bacterias que se encuentren en un ojo, no pasen al otro. Y no te olvides de lavarte las manos de nuevo después de realizar esta operación.
Si se le hinchan mucho los párpados consulta con tu pediatra; es posible que te recomiende una crema o gotas con antibióticos.
Además, también puedes usar la leche materna, ya que contiene anticuerpos, y por este motivo, suele ser recomendado para limpiar los ojos de los bebés que presenten problemas.