El rincón del pensador es el lugar donde suelen sentar a los niños cuando se comportan mal. La idea con esta técnica es ayudar al pequeño a calmarse después de una rabieta y es aplicado tanto en las escuelas como en el propio hogar.
Muchos padres no están de acuerdo con este método por considerarlo un tanto cruel, pero quienes lo usan con sus niños creen en sus buenos resultados. El pequeño es apartado hacia otro ambiente para que medite en su comportamiento y entienda que no puede continuar actuando a través de rabietas.
Cuando el pequeño es separado de sus compañeritos (escuela) o familiares; entiende que ha ofendido a alguien y que debe pedir disculpas.
Debes tener en cuenta la edad de tu niño antes de aplicar esta técnica, además de su personalidad. Si es un pequeño muy tímido solo lograrás acentuar su timidez y reprimir su conducta.