Las vacunas son productos biológicos obtenidos de bacterias o virus debilitados o muertos, sustancias sintetizadas por los mismos microorganismos (toxinas), productos obtenidos por ingeniería genética o por unión de sustancias (proteínas y polisacáridos).
Cuando administramos las vacunas de niños por vía oral, subcutánea o intramuscular, nuestro organismo reacciona formando anticuerpos (defensas) contra la enfermedad que se vacuna, de tal forma que, más adelante, si entramos en contacto con la enfermedad natural, ya nos encontraremos protegidos frente a ella.
Las vacunas protegerán a tu hijo de enfermedades muy graves, en algunos casos, mortales. Si no vacunas a tu bebé, estará expuesto innecesariamente al riesgo de contraer enfermedades infecciosas para muchas de las cuales ni siquiera existe tratamiento.
En definitiva, es una garantía para la salud de nuestros hijos. Gracias a las vacunas se han erradicado del mundo enfermedades muy graves como la viruela.
Durante los dos primeros años, las vacunas que reciba le protegerán contra 9 enfermedades: difteria, tétanos, tos ferina, poliomelitis, sarampión, rubéola, paperas, hepatitis B y Haemophilus influenzae b, meningitis c y las causadas por el Neumococo.
Las vacunas se administran en los Centros de Salud u hospitales, es importante seguir las indicaciones de los calendarios de vacunacion propuestos por las Asociaciones de Pediatras de cada país.
Si se nos olvida alguna dosis,no será necesario iniciar de nuevo todo el calendario de vacunas aunque haya pasado bastante tiempo. Lo que hay que hacer es administrarle la dosis tan pronto como se pueda.