El pequeño debe comer pan, cereales, arroz, pasta, así como frutas, verduras, carne, pescado, huevos, legumbres, entre otros alimentos saludables. Deja que él decida cuanto comer, tu pequeño siempre tomará el alimento suficiente para satisfacer sus necesidades. Recuerda que el apetito de los niños en esta edad varía de un día para otro o de una semana para otra.
En esta etapa tienes que ofrecerle una dieta equilibrada que se base en los cuatro grupos de alimentos (proteína, cereal, vegetal y lácteo). Sus necesidades nutricionales se elevan paulatinamente y se amplía la capacidad de su tubo digestivo.
En este periodo los bebés empiezan a descubrir los principios del comportamiento alimentario fijándose en sus padres y en las personas que lo rodean; por eso es importante que lo orientes con buenos hábitos alimenticios evitando que coma muchos dulces como galletas y caramelos, y alimentos salados y grasosos como las papas fritas.
No necesitas preparar un menú especial para tu pequeño, ya puede compartir la misma comida que el resto de la familia. Solo asegúrate de alimentarlo bien.
