Los niños cuando son pequeños aprenden a través de su entorno, de las cosas que ven y de los elementos que tocan. Por esta razón, los juegos forman una parte fundamental en su aprendizaje y les ayudan a conocer y desarrollar sus habilidades, así como saber relacionarse.
Los principales hábitos que tiene un bebé son comer, jugar, dormir y aprender. Precisamente, para esto último, existen muchos juegos educativos que se pueden convertir en una herramienta ideal para que el pequeño adquiera nuevas capacidades cognitivas mientras se divierte.
No obstante, podemos encontrar muchos tipos de juguetes. Por ello, es esencial elegir las opciones más adecuadas en función de su edad. Al mismo tiempo, podemos decir que los juegos son un método tradicional de aprendizaje que vuelven a ponerse en práctica.
Esto se debe a que la presencia de las pantallas y las nuevas tecnologías son un recurso más fácil y rápido para entretener a los más pequeños. Sin embargo, pueden reducir la capacidad de los niños para adquirir habilidades imprescindibles como la creatividad, la imaginación y la percepción de las formas, colores y texturas por sí mismos.
Por esto mismo, los juegos didácticos son la mejor alternativa para que los niños obtengan una experiencia y un desarrollo completo y autónomo. Algunos de los mejores juegos para la etapa infantil son los juegos de construir, los de madera y los juegos de imitación.
¿Cuáles son los beneficios de cada uno? A continuación, hablamos sobre cada uno de ellos y explicamos las ventajas que tienen para los más pequeños.
Los juegos educativos para niños
Los juegos didácticos son un recurso muy importante para que los niños desarrollen todas sus capacidades. Desde la memoria, la concentración y la autoestima hasta el desarrollo social y la creatividad. A continuación, hacemos un repaso por los diferentes juegos infantiles que se pueden encontrar:
Juegos de construcción
Los juegos que contienen estructuras de bloques apilables tanto de plástico como de madera pueden ayudar a que los pequeños fomenten su concentración.
A través del tacto, podrán aprender a conocer las texturas y las formas. A su vez, favorecen la motricidad de las manos y propician que el niño juegue a través de la imaginación.
Juguetes de madera
Uno de los materiales más beneficiosos para los niños son los juguetes de madera. Estimulan el sentido del tacto, no incorporan elementos muy visuales como las luces y los sonidos, tienen una gran duración y acompañan al niño en las diferentes etapas de su crecimiento.
Es decir, el niño puede hacer uso de ellos durante varios años, ya que se adaptan al aprendizaje del niño y es el pequeño el que decide cómo jugar con ellos.
Juguetes de imitación
Por otro lado, existen juegos que son una imitación de elementos y utensilios de la realidad. Por ejemplo, alimentos, una cocina, animales, coches, casas o bebés. Todos ellos simulan las acciones que los adultos realizan en su día a día y, por tanto, les llevan a comprender mejor cómo se utilizan y para qué sirven.
Juegos de mesa
Otro de los elementos que no pueden faltar son los juegos de mesa. Conforme van creciendo, los niños necesitan crear una mayor interacción social, tanto con sus hermanos, amigos o familiares. Y, en este caso, los juegos de mesa son un recurso que fomenta la diversión, el entretenimiento y el aprendizaje.
Se puede encontrar de todo tipo y muchos de ellos generan el desarrollo de habilidades como la concentración, la comprensión, la memorización y la competitividad. Sin duda, muy útil para niños de todas las edades. Lo importante, en este caso, es buscar juegos adaptados a su edad.
Por tanto, como hemos visto, los juegos educativos no pueden faltar en la educación de los niños para que crezcan, aprendan y se diviertan al mismo tiempo.