Asistir al colegio no sólo aumenta los niveles de conocimiento de los niños, sino que además los ayuda a desarrollar importantes habilidades sociales y comprender cómo relacionarse con personas distintas a su familia. Los niños y niñas comienzan a formar parte de grupos de amigos de su edad, donde existe confianza y apoyo mutuo.
El niño se valora a si mismo y es capaz de comunicar sus sentimientos en distintas situaciones. Al mismo tiempo comprende de mejor manera los sentimientos y emociones de otras personas, entendiendo que uno puede experimentar más de una emoción al mismo tiempo. El desarrollo del lenguaje permite que el niño o niña exprese de mejor manera lo que está sintiendo, lo que es estimulado por la mayor cercanía con otras personas, especialmente las de su misma edad.
Otro aspecto característico de esta edad es que la actitud del niño o niña centrada en sí mismo de edades anteriores va cediendo a una mayor conciencia de los otros. La forma en que se relaciona con las demás personas y el trato que recibe de ellos, especialmente padres, hermanos y amigos, influirá de manera importante en la definición que los niños y niñas hacen de sí mismos.
Es en esta etapa donde se consolidan los patrones de conducta y las normas sociales impuestas por sus figuras de autoridad. Por esto resulta fundamental el trato con respeto a los niños y la adopción de conductas que queremos transmitirles. En este sentido, enseñar «con el ejemplo» es lejos lo más efectivo .